domingo, 2 de agosto de 2009

Por fin... Beijing



Parece increíble, estamos en China. Tantas noches y tantas cervezas planeando el viaje y ahora aquí, en Beijing. Aunque de momento estamos como en un sueno por culpa del cambio de hora (7 horas mas), sentimos un cosquilleo en el estomago que nos mantiene despiertos.

De momento seguiremos sonando.

El viaje empezó sin ningún problema excepto las pocas horas que dormimos ultimando preparativos y el madrugón para estar en el checking de Finnair de los primeros para poder facturar las bicicletas sin ningún problemas.

Nos esperaban unas 6 horas de vuelo a Helsinki, cambiar de vuelo y tomar otro avión hasta Beijing de unas 8 horas. Toda una jornada de avión alrededor del planeta. volamos con la compañía finlandesa Finnair. Aviones muy nuevos con las ultimas tecnologías audiovisuales, posicionamiento del avión por GPS, cámara de vídeo con vistas opcionales hacia el frente y hacia abajo, películas, documentales, música, radio, juegos y un largo etc. de opciones de entretenimiento para que no diéramos la plasta durante el vuelo. Comida normal de aviones y buen espacio entre asientos, en definitiva, se puede pedir mas en un vuelo?

Tenemos que contar nuestra anécdota con la facturacion de las bicis, que como es normal y de esperar, siempre hay algo que mencionar.

Primero la batalla para conseguir un taxi monovolumen que te lleve una caja de un 1 x 1,5 x 0,30 metros con una bici desmontada dentro. Llamadas a radiotaxis y pelea de los precios, al final unos 40 eur.

Segundo la confusión con las tasas aplicables al material deportivo (bicicletas) en Finnair unos 100 euros por bici (puff!, ves sumando). Resulto que en el mostrador de checking nos dijeron que teníamos que pagar en otro sitio pero que ellos nos facturaron nuestras maletas y las bicis previo al pago, con lo cual practicamente era decirnos a voces que "no seais tontos, no pagar". Y así hicimos. Tras nuestras dudas, temores y nervios así lo hicimos, nos hicimos los locos. Todo fue bien hasta que una vez sentados dentro del avión, apunto de despegar, la coordinadora de vuelo, una imponente chica finlandesa, nos dijo "sois los de las bicis? No habéis pagado! No habéis Pagado! No habéis pagado!..." Cada vez mas alto y ella cada vez mas y mas grande, y nosotros cada vez menos chulitos y cada vez mas y mas pequeños... " Si hemos pagado, si hemos pagado, si hemos pagado..." y se marcho una amenazante voz de os vais a enterar, soy la supervisora y en Helsinki nos esperaran...

Puff! en la vida he pasado un viaje mas nervioso, inquieto y preocupado por que las bicis no llegaran con nosotros. Un viaje de reflexión por ser malos y saltarnos las reglas. En que hora se nos ocurrió intentar ser mas listo y meterla?...

Pero mira la suerte nos sonrió y después de todo estamos en China con nuestras bicis. Todo un susto que creo que merece la pena pagar antes de pasar esta angustiosa sensacion. Pero en el fondo me alegro de no haberlo hecho porque resulta un robo, mucho sobre vuelos baratos y cuando te sales un poco de lo normal (llevar una una bici) se aprovechan y te sacan los ojos de una forma que... te sale el instinto de supervivencia.

Fue curioso y algo alarmante como nada mas llegar a china te hacían un control de la temperatura corporal por si tenias fiebre mediante un sensor de calor colectivo mientras estabas en la fila para entregar un cuestionario de salud en el que tenias que declarar si presentabas algún síntoma como moqueo, tos, fiebre, diarrea... o si habías estado durante los últimos días en contacto con una persona con la gripe A. Fue curioso ver en las pantallas del sensor los cuerpos de los pasajeros color verde. Libres de peligro de retención en cuarentena se nos presenta delante la inquietante experiencia de nuestro viaje.

Al salir del aeropuerto nos esperaba un taxi tipo furgoneta que parecía que lo habíamos contratado, se nos dirigió el taxista como si nos conociera de toda la vida y con un "follow me" nos llevo al centro de Pekin por 450 yuanes (aprox 45 euros).

Ahora perfectamente acomodados en una pequeña habitación con todo lo necesario en el "Pekin International Youth Hostel", a dos calles paralela al Ciudad Prohibida, nos preparamos para conocer la gran ciudad de Pekin.

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